Vivimos en una época que proclama las bondades del sexo, lo promociona incansablemente, lo usa para vender todo y lo pone como barómetro para medir la sanidad de las relaciones de pareja.
Es tal la demanda de rendimiento que muchos que no pueden cumplir con ello, se ven catalogados o se catalogan como: eyaculadores precoces, anorgásmicas, o son torturados por inhibiciones del deseo.
Será que hay tantos “enfermos sexuales”? o será que los estándares de lo que pretendemos del sexo no pueden ser cumplidos?
La sexología a dado nombre a estas supuestas patologías y en este momento la mayoría de la gente que se identifica con la descripción del problema, se pone el rótulo sin necesidad de consultar.
Detrás de los problemas sexuales que nos perturban hay ideas y supuestos aun mas perturbadores: suponemos que mujeres y hombres deberían reaccionar de igual forma frente a los encuentros sexuales, suponemos que las mujeres son lentas o que los hombres son rápidos; suponemos que si nos queremos, el sexo debería funcionar de maravillas; suponemos que el ardor amoroso del primer tiempo nos debería acompañar toda la vida. Esto y otros temas mas constituyen el sexo mítico que la cultura, la medicina y también la sexología promueven y prescriben.
Nosotros pensamos que muchos de los problemas relacionados con el sexo se solucionan con palabras, aprendizajes y conocimiento.
Pero por sobre todo este grupo piensa en contextos: pensamos en las relaciones, los lugares, los poderes y los sentimientos dentro de los cuales el sexo se desarrolla.
Y también pensamos en ciencia: que se sabe hoy en día con respecto a como es el sexo humano desde sus fundamentos biológicos y como esto repercute en nuestra sexualidad, relacionando el conocimiento con los pedidos sociales y personales al sexo.
Los invitamos a compartir este espacio de nuestras conversaciones y reflexiones.



jueves, 12 de marzo de 2015

Por qué es sano masturbarse

Por qué es sano masturbarse (incluso cuando tienes pareja)

El autoservicio del sexo conlleva grandes beneficios a los que no deberíamos renunciar, aunque nuestros días de soledad hayan acabado.

    

                 
sexo




Si hubiera que escribir un libro de texto sobre sexo, en el que las materias y su orden fueran asignadas con criterios didácticos, por sexólogos, seguramente se empezaría por la masturbación, con el fin de conocer bien el propio cuerpo y la respuesta sexual. Una vez dominado este campo, el siguiente nivel sería el sexo manual con otro, para explorar a fondo el nuevo terreno a pisar, sus gustos y preferencias; para luego seguir con otras lecciones más avanzadas: penetración, sexo oral, anal, etc. Inconscientemente, la mayoría ha seguido este orden en su vida erótica –pajas, magreos y coitos-–. Los hombres desde luego, y cada vez más mujeres de las nuevas generaciones porque nuestras madres y abuelas lo más seguro es que invirtieran completamente el orden. Es muy posible que muchas, por falta de interés, tiempo o por creencias e ideologías, se saltaran la última lección, que en realidad era la más importante de todas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario